El Premio Nacional de Ciencias Exactas resaltó la importancia de la divulgación científica, durante una charla que ofreció en la Universidad católica del Maule.
“Es muy importante divulgar y poner la pelota en el suelo”. De esta manera, el astrónomo José Maza, llamó a sus colegas a compartir sus hallazgos científicos con la ciudadanía.
“La sociedad no tiene la obligación de financiar a nadie, pero si financia a un grupo para que investigue, aprenda y estudie, los que tenemos el privilegio de haber sido financiados con la plata de todos los chilenos, tenemos que contarle lo que hemos hecho. Yo estoy dedicado a devolverle a la sociedad lo que me permitió aprender en mi vida, porque cuando toque partir y esté en el barco que nunca ha de retornar, qué saco con irme con los conocimientos adentro de mi cabeza”, señaló el Premio Nacional de Ciencias Exactas, en su acostumbrado estilo didáctico y auténtico.
Maza, el científico más mediático y popular de Chile, ofreció una charla magistral titulada “La Luna”, que sirvió de cierre al proyecto “Colmena” de la Universidad Católica del Maule (UCM).
El evento, realizado en el Centro de Extensión del plantel, abordó el origen e historia del satélite natural y su relación con nuestro planeta. “La luna tiene un tamaño de un 27% de la Tierra, dejémoslo en 25 para los amigos, y gira en torno a la Tierra en 27,3 días”, dijo el autor de “Somos Polvo de Estrellas”, ante un auditorio repleto.
Durante dos años, el proyecto “Colmena” -financiado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID)- ha fomentado el quehacer científico accesible y transparente. Uno de sus aportes más significativos es la implementación de un repositorio, que contará inicialmente con 520 publicaciones de acceso abierto.
“Nuestra universidad está empeñada en impulsar la ciencia abierta y democratizar el acceso a la información científica. Ha sido nuestro gran propósito de este año y con este proyecto hemos cumplido ya gran parte de lo que eso significa. Queremos ser un vector de desarrollo en ciencia, pero también difundirla y generar en los niños, adolescentes, adultos y especialmente en la universidad una cultura de investigación, más que un trabajo esporádico”, afirmó el vicerrector de Investigación y Postgrado de la UCM, Hernán Maureira.
Una opinión similar manifestó el director de la iniciativa, Ranjeeva Ranjan. “Además de crear un marco legal y la normativa relacionada, hemos incentivado a académicos e investigadores a que abran la información, datos y productos científicos, en el marco de sus estudios”, subrayó el también director de Investigación de la institución.
El dueño de la luna
En su exposición, Maza recordó al abogado Jenaro Gajardo Vera, que inscribió a la luna como su propiedad en 1954, en una notaría de Talca, indicando que el satélite le pertenecía “desde antes de 1857”.
“Era la fórmula legal utilizada entonces para sanear terrenos sin título de dominio. Don Jenaro usó ese resquicio legal y con dicha declaración pudo ser miembro del Club Social de Talca, para lo cual se requería tener al menos una propiedad. En realidad en Talca han pasado cosas raras siempre”, aseveró entre risas.
Gajardo falleció en 1998, consignando en su testamento que “Dejo a mi pueblo la Luna, llena de amor por sus penas”. Sin embargo, un tratado internacional de 1967 ya prohibía “a cualquier gobierno reclamar el satélite terrestre o cualquier otro cuerpo celeste”.