En representación de Chile, el investigador de la Universidad Católica del Maule, Alexander Galán, ingresó al proyecto “SOLAS”, que busca comprender la interacción entre el océano y la atmósfera.
Un investigador de la Universidad Católica del Maule (UCM) tomó el relevo en el llamado “Surface Ocean – Lower Atmosphere Study” (SOLAS), para representar a Chile en la prestigiosa iniciativa internacional. El doctor en Oceanografía Alexander Galán, miembro del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Maule (CIEAM), perteneciente al plantel, ingresó a la red en reemplazo de la académica de la Universidad de Concepción, la también doctora Laura Farías, quien completó su periodo. Se trata de la primera vez que un investigador de la UCM se integra al proyecto.
“Recibí una invitación para ser el representante de Chile en esa red, ya que llevo trabajando por casi veinte años en temáticas relacionadas con la biogeoquímica marina en las costas chilenas, específicamente en ambientes que tienen deficiencia de oxígeno, lo cual le interesa al proyecto SOLAS”, precisó el científico de origen colombiano.
La iniciativa nació en 2004, impulsada por agencias como el World Climate Research Programme (WCRP), con base en Ginebra, la Universidad de Galway de Irlanda, el centro GEOMAR Helmholtz para la Investigación Oceanográfica de Alemania y el Laboratorio de Ciencias Ambientales Marinas de la Universidad de Xiamen en China. Su objetivo es promover un planeta más sustentable, por medio de la comprensión de las interacciones entre el océano y la atmósfera.
“El acople entre el océano y la atmósfera es súper interesante, porque en términos de cambio climático el océano es el gran mitigador. Para todos es claro que el dióxido de carbono o CO2, producto de la quema de combustibles fósiles y principal causante del calentamiento global, ha aumentado en la atmósfera de manera sostenida desde la revolución industrial, a niveles sin precedentes durante el desarrollo de la humanidad. En este complejo escenario el océano absorbe gran parte de ese CO2, principalmente a través de procesos biológicos como la fotosíntesis. Pero la concentración de este gas en la atmósfera ya superó algunos umbrales que no están siendo mitigados por el océano y la situación es casi irreversible”, afirmó Galán.
El impacto de 1.5 °C
Según el académico UCM, el incremento de la temperatura media global más allá de los 1,5 grados centígrados, no solo provocará un aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, como inundaciones, sequías, incendios forestales y huracanes, sino que además alteraciones en el nivel del mar y la consiguiente pérdida de zonas costeras, tal como viene advirtiendo el Panel Intergubernamental en Cambio Climático desde el Acuerdo de París.
“Hay ecosistemas que ya no vamos a recuperar, como algunos arrecifes de coral, por mencionar uno muy carismático. El principal problema del cambio climático es la pérdida de biodiversidad, porque eso afecta el funcionamiento de los ecosistemas. Los aumentos de temperaturas han hecho que las especies se adapten a estos cambios, muchas modificando su fenología, o migren hacia latitudes mayores o en altura, pero eso es obviamente insostenible, porque no todos los sistemas naturales son resilientes a estresores climáticos sostenidos en el tiempo”, enfatizó.
En la misma línea, el biólogo marino indicó que la solución supone un desafío muy complejo. “No sabemos con certeza qué pasará porque es difícil hacer proyecciones en escenarios tan cambiantes y con tantas aristas, pero sí sabemos que la solución implica cambiar el modelo económico. Muy pocos países están dispuestos a hacerlo y por eso estamos en un callejón sin salida. No será la ciencia el gran superhéroe, pero ésta nos permitirá entender las problemáticas y definitivamente nos ayudará a encontrar posibles soluciones”, recalcó.