De la mano del Centro de Desarrollo de Negocios de Cauquenes, ejecutado por la Universidad Católica del Maule, nacieron nuevas PYMES, gestión que ha permitido aportar a dinamizar la economía local gracias a la perseverancia y esfuerzo de los emprendedores.
No ha sido un camino fácil el que han sabido recorrido un grupo de pequeños empresarios de Cauquenes, superando desde cortes de luz hasta mega incendios forestales. “Los problemas que aparecen siempre son superables”, comentó don Mauricio, mientras limpia con dedicación las jaulas de las aves en la pequeña empresa “Codornices del Carmen”, ubicada en el kilómetro 9 de La Aldea sector Tabolquén, de propiedad de su esposa Elisa Navarro.
Ese es el espíritu de esfuerzo y superación que promueve entre los emprendedores del Maule Sur el Centro de Desarrollo de Negocios de Cauquenes, proyecto financiado por Sercotec ejecutado por la Universidad Católica del Maule, el que entrega además una alta cuota de capacitación en temas claves para hacer realidad el consolidar un negocio.
Entre las experiencias de capacitación destaca la Escuela de Fortalecimiento Empresarial Femenino, en la que se abordan temas como liderazgo, comunicación efectiva, autoestima, entre otros.
“Buscamos empoderarlas como mujeres y personas capaces de generar sus nuevas iniciativas y un producto de calidad, potente y novedoso”, destacó la Dra. María Teresa Muñoz, vicerrectora de Investigación y Postgrado de la UCM.
“Hoy vemos historias de éxito en los productores que han trabajado junto al Centro de Desarrollo de Negocios de Cauquenes, equipo que orienta a los pequeños empresarios desde que les nace una idea de negocios, hasta cuando se consolidan”, complementó la doctora Muñoz.
“Sus productos se caracterizan por ser de alta calidad y con una identidad bien ligada al territorio. Esta labor les ha permitido superar dificultades, postulando a apoyos públicos que mejoran sus negocios”, destacó Fabiola Loyola, directora de Innovación, Desarrollo y Transferencia Tecnológica de la UCM.
Codornices felices
Para dar vida a “Codornices del Carmen”, Elisa y Mauricio tomaron decisiones que implicaron grandes cambios como, por ejemplo, pasar del ajetreado ritmo de Santiago al paisaje rural al interior de Cauquenes, con la idea fija de la producción de huevos de codorniz, interiorizándose cada vez en el rubro, sus posibles ventajas comparativas y oportunidades.
Desde un comienzo Elisa cuida mucho sus aves, manteniéndolas confortables e implementando mejoras gracias al apoyo público y la asesoría del Centro. Al principio dependían de la electricidad para mantener la temperatura óptima en el proceso de producción –incubación y aves-, pero el clima y las bajas temperaturas sumado a los cortes de luz les generaron importantes pérdidas. “Instalaron paneles fotovoltaicos para mantener la cadena de incubación y de crianza, permitiendo mayor productividad, más venta y menor costo de la luz”, relató Karen Siebald, directora del Centro de Desarrollo de Negocios de Cauquenes.
Su perseverancia, motivación e inquietud les permitió hace unos meses atreverse a certificar la calidad de su producto, gracias al proyecto CRECE se envió para su evaluación una muestra de 72 huevos que les dio la certeza que están libres de sellos, sumando valor a su producto que por su forma es especialmente pedido por los escolares del sector.
“Cada vez que vamos a la feria llevamos huevos preparados para que especialmente los niños consuman este sano producto. Vemos que la gente ya está aprendiendo más a comer el huevo de codorniz, hoy vendemos una cantidad considerablemente mayor que cuando comenzamos”, comentó Mauricio, mientras termina de limpiar las jaulas a la espera de que se apruebe el proceso para lograr emitir facturado electrónico, otra recomendación más del Centro de Desarrollo de Negocios de Cauquenes.