Internet y las nuevas tecnologías aceleran y complejizan nuestros contextos de negocio. Nuevos competidores emergen con propuestas innovadoras que ofrecen más por menos, con modelos de negocio flexibles, de rápida adaptación y costos menores que aquellos de los incumbentes en la industria bajo amenaza.
Uber y Airbnb representan esta realidad. Pero no sólo taxis y hoteles están bajo amenaza. Las industrias de energía; servicios financieros; retail; TV; salud y varias otras cambiarán significativamente. Y pronto.
No cabe preocuparse, sí prepararse. Cualquier empresa de cualquier industria puede ser transformada –en pocos años- con innovación. Pero ¿cómo se transforma una organización tradicional en intensivamente innovadora? ¿Cómo se mide la innovación? La respuesta ya es conocida y funciona:gestionar para sistemáticamente aumentar el Ebitda proveniente de ella.
Son muchas las empresas que ya miden la Intensidad de Innovación (II), entendida como el porcentaje del Ebitda que proviene de soluciones creadas por la compañía en un período de no más de cinco años.He constatado que varias empresas en Chile han transitado de menos de 5% a más de 15% en menos de tres años.
Incluso algunas han logrado superar el 40% habiendo partido en menos de 1%, lo cual ha tomadosiete años. Cabe señalar que 3M está sobre el 30% y Apple sobre el 60%.
La única condición inicial es que quienes lideran la compañía asuman su responsabilidad sobre los resultados de la innovación. En principio, los gerentes y colaboradores de la empresa no creerán que es posible. Pero una vez que la compañía ha superado ya el 10% de II, el proceso de transformación se vuelve irreversible y natural.
La inversión en innovación se vuelve un buen negocio para los accionistas y todos en la empresa son capaces de visualizar el impacto y los beneficios del esfuerzo innovador.
El problema para la ignición de este proceso en una empresa que ya cuenta con historias de éxito en su negocio tradicional es que la presión del día a día –que crece conforme sus márgenes de ganancia se deterioran- inhibe a los líderes de que su atención se focalice en conducir efectivamente las primeras innovaciones.
En Chile, los tiempos de crecimiento y márgenes de ganancia de doble dígito ya pasaron a la historia. En adelante los contextos de negocios obligarán a innovar.
La necesidad crea el órgano y, ya sea por anticipación o por sobrevivencia, vendrán tiempos en que todos los directorios exigirán el reporte mensual de II. Hagamos que esto pase por anticipación.
Fuente: Medio de comunicación digital www.innovacion.cl