La reunión organizada por la Sociedad de Genética de Chile y la Sociedad Chilena de Evolución, se extendió durante cinco días en las universidades Católica del Maule y de Talca.
Más de 250 personas participaron en el congreso de genética evolutiva “Genevol”, que anualmente realizan las agrupaciones chilenas de mayor relevancia en el tema. “Mi evaluación es que todo fue excelente. Hubo una concurrencia mucho mayor a la esperada, con cientos de inscritos y presentaciones de gran calidad científica y muy interactivas”, dijo Katherine Marcelain, presidenta de la Sociedad de Genética de Chile, una de las organizaciones que convocó al encuentro.
En el marco de la reunión, destacados investigadores desarrollaron talleres, simposios y posters, en materias vinculadas a plantas, animales, seres humanos y microrganismos. El evento se extendió durante cinco días en las universidades Católica del Maule y de Talca.
“Uno de los conceptos transversales fue el de ‘One Health’ o Ubuntu en la filosofía africana, que asegura que las personas somos o existimos gracias a las otras personas. El concepto se está ampliando y sostiene que las personas somos también gracias a las otras especies, al medio ambiente y a nuestro planeta. Estamos todos interrelacionados y lo que afecte a un componente impacta al resto”, puntualizó Marcelain.
Para el vicerrector de Investigación y Postgrado de la UCM, Hernán Maureira, la alianza entre casas de estudios constituyó una “oportunidad de reflexión científica”. “Nosotros estamos convencidos de que las universidades regionales son vectores de desarrollo en ciencia y tecnología y que estos eventos sirven para direccionar esfuerzos conjuntos”, señaló.
Vivian D´Afonseca, académica de la Facultad de Medicina del citado plantel, opinó en la misma línea.
“Este ha sido un trabajo de descentralización, porque nos permitió vivir la ciencia de manera potente y activa en regiones. Hubo un espíritu de cooperación y unión entre las universidades que puede potenciar el desarrollo científico y tecnológico y que abrió posibilidades de hacer colaboraciones con otras instituciones a nivel nacional. Eso proyecta nuestra región”, indicó la doctora en genética.
La participante más joven
Cada jornada, sin excepción, contó con la presencia de Renata Torres de 12 años, la asistente más joven y entusiasta de Genevol.
“He venido todos los días, el día completo. Cuando no me pudo acompañar mi mamá, vine con mi abuelita. Ella me decía ‘tan chiquitita y tan habilosa’”, afirmó. “Yo quiero estudiar Medicina y por eso me gusta explorar todos sus ámbitos. Me ha encantado esta experiencia y, obviamente, para mí sería lo más maravilloso ir a otro congreso”, precisó.
Su madre, Viviana Camaño, asintió. “Desde pequeña ha mostrado interés por la ciencia y afortunadamente acá en la UCM ha tenido oportunidades, como estudiante de verano en un programa de vida microscópica y en el programa SEMILLA. Ahí empezó todo”, aseveró.
A juicio de Luis Castañeda, presidente de la Sociedad Chilena de Evolución, las instalaciones facilitaron el éxito del encuentro. “El campus es precioso y el ambiente universitario se siente; los estudiantes se acercaron a preguntar. Hacer la reunión en universidades fue súper bueno”, manifestó.
Crédito: Vicerrectoría de Investigación y Postgrado UCM.