La Universidad Católica del Maule concretó una alianza con instituciones académicas de Brasil, Argentina e India, con el propósito de realizar investigaciones conjuntas en torno a comunidades que usan más de una lengua.
Cuesta creerlo, pero Chile adolece de una lengua oficial. Si bien la Constitución y esta misma nota están escritas en español, el también llamado “castellano” es más bien un idioma de facto.
“En Chile no hay un marco normativo que regule el castellano, el inglés o las lenguas indígenas. Un primer paso sería formular un documento político para normar estas lenguas y después ver cómo puede funcionar el multilingüismo y relacionarlo con el tema de la inmigración, por ejemplo”, dijo el director de Investigación de la Universidad Católica del Maule, Dr. Ranjeeva Ranjan, quien encabeza un proyecto financiado por el programa de Fomento a la Vinculación Internacional (FOVI), en este terreno.
La iniciativa busca estimular la colaboración en la investigación del multilingüismo y la política lingüística en el contexto chileno.
“Creamos lo que sería la primera red que trabajará este tema, a nivel nacional. Hasta ahora tenemos algunos conocimientos científicos, pero de manera aislada. No hay una unificación de todo”, subrayó el doctor en Filosofía.
Además de la UCM, la denominada Red LanPol (Language Policy, por sus siglas en inglés) está compuesta por académicos la UFRO, la Universidad del Bío-Bío, la Universidad Federal de Santa Catarina de Brasil, la Universidad Nacional de Mar del Plata de Argentina, Jawaharlal Nehru University y Woxsen University de India, según el acta de conformación firmada en el campus San Miguel el pasado 11 de junio.
“Existe algo similar que es el Atlas UNESCO de las lenguas del mundo, donde cada país miembro tiene una comisión que incorpora datos como el número de hablantes de la lengua, el grado de utilización entre las generaciones, si la mayoría de la estructura territorial de la lengua es rural o urbana, si los hablantes se encuentran involucrados puramente con un aspecto económico, digamos la agricultura, o si están diversificados, el grado de presencia en el sistema de salud y si los hablantes pueden ir a juicio en sus lenguas”, señaló el Dr. Gilvan Müller de Oliveira, profesor asociado de la Universidad Federal de Santa Catarina e investigador extranjero del proyecto FOVI.
“Chile aceptó hace poco el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo que obliga al Estado a respetar los derechos culturales de los pueblos originarios. Cuando Brasil incorporó este protocolo, creó tres artículos nuevos en la Constitución que han apoyado, por ejemplo, la educación escolar indígena”, agregó.
Civilización y Lengua
La co-investigadora de la iniciativa y académica del plantel maulino, Dra. Mariana Lazzaro-Salazar, destacó la importancia de “reconocer la multiplicidad de lenguas que se hablan en el territorio nacional, (puesto) que servirá para fomentar y reforzar aspectos culturales e identitarios de las diversas comunidades de habla que componen la sociedad chilena”, dijo.
En la misma línea, el Dr. Gaurav Kumar de la Jawaharlal Nehru University subrayó la trascendencia de una lengua, comparándola con una civilización. “Una civilización muere con la muerte de una lengua”, acotó.
Al congreso internacional, que desarrolló actividades también en Chillán y Temuco, asistió asimismo el investigador asociado, Dr. Andrew Philominraj.
Crédito: Vicerrectoría de Investigación y Postgrado UCM.