La directora del Magíster en Orientación Educacional y Vocacional de la Universidad Católica del Maule, Carolina Cornejo, ofreció sugerencias para orientar a los jóvenes todavía afectados por el confinamiento.
Elegir una carrera suele ser una tarea difícil para los estudiantes, más aún en un escenario de incertidumbre como el actual.
La pandemia y el confinamiento, sumados a la crisis económica global, dificulta la exploración vocacional.
“Una tiene que ser honesta con los tiempos. Mi sueño tal vez no está a un paso y eso los profesores también debemos manejarlo y trabajar con los padres”, señaló la directora del Magíster en Orientación Educacional y Vocacional de la Universidad Católica del Maule (UCM), Carolina Cornejo.
“Los padres a veces incluso podemos sugerir a los hijos que se tomen un tiempo, que trabajen o se preparen, o que aprendan cosas funcionales sobre la vida en sociedad, porque estuvieron dos años en un ritmo lento. Nuestros chicos salen muy niños del colegio”, precisó la también doctora en Educación.
Según la experta, más allá del impacto del Covid-19 en el estado emocional de los jóvenes y sus procesos de aprendizaje, los estudiantes deben buscar su vocación en aquello que les provoca felicidad. “Los sueños nos dan el sentido de la vida, nos hacen levantarnos y trabajar. Ojalá dejar el tema económico de lado, porque si bien resuelve parte de la vida, primero deberían estar los talentos o lo que nos hace feliz”, afirmó.
Cornejo sostuvo, asimismo, que el acompañamiento efectivo de los estudiantes implica generar un espacio de diálogo con los padres o tutores, para que éstos sean receptivos y eviten las contradicciones que el mundo adulto impone en ocasiones.
“Si bien se pueden aplicar algunos test de interés vocacional, que los chicos ojalá realicen con mucha honestidad, también es importante conversar con los padres para que validen o reconozcan los talentos de sus hijos, respetando la diversidad de intereses y sin menospreciar, por ejemplo, las carreras técnicas, que a veces significan muchos recursos económicos porque son super específicas”, explicó.
En cuanto a las herramientas que requiere un miembro de la comunidad educativa para orientar a los estudiantes, Cornejo destacó los instrumentos que entrega el programa que dirige en la UCM.
“Son herramientas y planes de evaluación, autoestima y consejería. Nuestro magíster está orientado principalmente a profesores, pero hemos ido abriéndonos a otro tipo de profesionales como fonoaudiólogos o trabajadores sociales que trabajan en escuelas. Un poco esta apertura tiene que ver con la labor que muchos de ellos desarrollan en el área de Convivencia Escolar y por lo tanto permitimos su ingreso para apoyar las funciones de sus colegios”, puntualizó.